LA COCINA SENSORIAL O COMER CON LOS SENTIDOS.
Seguro que conoces a más de una persona que acerca los alimentos a su nariz antes de llevárselos a la boca. No les interesa la apariencia externa, ni el color, ni la presentación más o menos apetitosa. Lo que prima en su selección y en la toma de decisión para comérselo o no es, simplemente, su olor. Si el olor les indica que el alimento les puede resultar agradable, apetecible, comestible, entonces pasan a la siguiente fase. Lo prueban para poder degustar su aroma (esto muchos no lo saben, porque el aroma se degusta, no se olfatea). La sorpresa se la llevan cuando la mayoría de las veces descubren que olor y aroma no tienen absolutamente nada que ver. El aroma sería, bajo mi punto de vista, la esencia de los alimentos. El olor sólo es la presencia superficial de los mismos. En el fondo los que deciden oler todo antes de llevárselo a la boca se quedan, finalmente, con el aroma.

En la cabecera del blog puedes pinchar en las diferentes ventanas para poder disfrutar de un menú sensorial (no se trata de un recetario de cocina que para eso hay otras páginas mejores que esta, pero no te pierdas la receta con la elaboración detallada del azúcar invertido, es ¡alucinante! ); una explicación sencilla de cómo combinar el vino con diferentes alimentos; una reflexión sobre la combinación perfecta de la música y la comida, junto con un enlace a una curiosa página en la que nos aportan recetas y composiciones musicales para acompañarlas; y no podía faltar una concisa sección (que da para ampliar muchísimo más...) con el poder de los afrodisiacos en la comida

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